Quien practica la humildad es consciente de su condición, de su dignidad intrínseca, de su valor como ser humano y, precisamente por eso, no necesita del aplauso.
Comparto sobre lo que creo, lo que amo y lo que espero
Quien practica la humildad es consciente de su condición, de su dignidad intrínseca, de su valor como ser humano y, precisamente por eso, no necesita del aplauso.