«Al acercarse Jesús a Jerusalén y ver la ciudad, lloró sobre ella»

Jerusalén somos tú y yo, que sabemos que Cristo ha venido a salvarnos y lo ignoramos tantas veces. Su Corazón humano y divino se compadece de nuestra ceguera voluntaria y llora. Está dispuesto a padecer ese dolor por respetar nuestra libertad. ¿No es hora ya de que Le sigamos con confianza y alegría?

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: