Zacarías tentó al Señor y pidió una prueba. José no dudó, pero se vio superado por el misterio hasta que fue fortalecido. ¿Dudó la Virgen? No. Más bien planteó un «Confiada a Tu Voluntad, sabes que soy virgen por amor a Tu Nombre. ¿Cómo lo harás?». Y se entregó.
Palabra de Dios: «¿Cómo será eso, si no conozco varón?»
