¡Cuántas veces nos hacemos cruces llenas de hipocresía! ¿Acaso no somos nosotros pecadores y necesitamos que Cristo nos diga «es necesario que hoy me quede en tu casa»? Es la amistad con Jesús la que nos permite luchar contra el pecado y decir: «Hoy ha sido la salvación de esta casa».
Murmuraban: «Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador»
