El Maestro, desde la misericordia, no se deja manipular por preguntas capciosas. Vienen a Él cuestionando su poder, con más miedo que vergüenza. Ingenuos… ¡quieren «pillar» a Dios! Que la Virgen Madre de Hispanoamérica nos libre de tentar al Señor.
Palabra de Dios: «Tampoco yo os digo con qué autoridad hago esto»
