Todos los padres creyentes nos podemos hacer esta pregunta al tener a nuestros hijos en brazos. Mejor antes, al saber de su existencia en el seno materno. Ojalá seamos los padres esa mano del Señor para que los hijos, como el Bautista, sean profetas de Cristo y su Reino, que ya se realiza.
Palabra de Dios: «¿Qué será este niño? Porque la mano del Señor estaba con él»
